El autoconsumo compartido en Castilla-La Mancha es una alternativa eficiente y económica tanto para empresas como para particulares de aprovechar las ventajas de las energías renovables en esta productiva Comunidad Autónoma. Dicha modalidad permite a comunidades de vecinos, empresas y zonas agrícolas generar y gestionar su propia energía de manera colectiva. En este post, explicaremos las diversas formas en que el autoconsumo compartido puede implementarse y cómo beneficia a los participantes en términos de producción, gestión y almacenamiento de energía. Además, analizaremos por qué Castilla-La Mancha es una región especialmente favorable para desarrollar proyectos de este tipo.
¿Por qué es conveniente el autoconsumo compartido en Castilla-La Mancha?
De hecho, Castilla-La Mancha posee condiciones geográficas y climáticas, que la hacen especialmente adecuada para la generación de energía renovable. Con una extensión de 79.461 km² y una población concentrada en núcleos urbanos como Albacete, Guadalajara, Toledo y Talavera de la Reina, la región cuenta con amplios espacios rurales que son ideales para la instalación de paneles solares y aerogeneradores.
El clima de Castilla-La Mancha es continental subtropical, caracterizado por inviernos frescos y veranos muy cálidos. La región recibe una gran cantidad de luz solar durante todo el año, lo que la hace perfecta para la generación de energía solar fotovoltaica. Aunque las precipitaciones son moderadas a escasas, la variabilidad temporal permite aprovechar al máximo los recursos solares disponibles. Para que te hagas una idea, según EU Science Hub, las cinco provincias castellano manchegas tienen en promedio los siguientes índices de radiación solar anual:
Provincia
Horas de radiación solar anual
Albacete
3.282
Ciudad Real
3.295
Cuenca
2.779
Guadalajara
2.900
Por cierto, Castilla-La Mancha es una de las regiones líderes en la industria agroalimentaria en España. Con una vasta extensión de viñedos, olivos y otras explotaciones agrícolas, la región tiene un alto potencial para la implementación de proyectos de autoconsumo compartido. Las explotaciones agrícolas pueden utilizar la energía generada para alimentar sistemas de riego y otras operaciones diarias. Esto reduce su dependencia de la energía de la red y contribuye a una agricultura más sostenible.
También tienen peso en la región la industria manufacturera y la extractiva, al igual que el sector de servicios ligados a la industria. Por supuesto, todas las empresas en estos ámbitos pueden aprovechar los beneficios del autoconsumo compartido en Castilla-La Mancha.
Castilla-La Mancha es la segunda Comunidad Autónoma con mayor producción de energías renovables
En efecto, Castilla-La Mancha tiene una larga tradición en la generación de energías renovables. En 2023, con la instalación de 2.121 megavatios (MW) nuevos la región alcanzó un 66,5% de generación renovable y un 93,7% de electricidad libre de emisiones de CO2. A esta potencia debemos sumar los 12.120 MW que ya disponía. Esto la coloca como la segunda CA con mayor potencia instalada en España, con un 11,36% del total nacional. Este notable avance ha sido impulsado principalmente por la energía solar fotovoltaica, que experimentó un crecimiento significativo con la instalación de 2.024 MW nuevos en 2023. Esto consolida a esta tecnología como dominante en el parque de generación manchego. Al total de nuevos megavatios instalados, la energía eólica aportó 97 MW.
Autoconsumo compartido en Castilla- La Mancha, ¿cómo implementarlo y qué requisitos exige?
Como dijimos, el autoconsumo compartido en Castilla-La Mancha se presenta como una solución energética eficiente y económica tanto para empresas como para particulares. Esta modalidad permite a diferentes usuarios, ya sean vecinos de una comunidad o empresas en un polígono industrial, beneficiarse colectivamente de la energía generada por instalaciones fotovoltaicas. ¿Quieres saber cómo implementar estas instalaciones en diversas configuraciones y los beneficios específicos que ofrecen a sus participantes? ¡Vamos a ello!
Las instalaciones fotovoltaicas compartidas pueden adaptarse a diferentes necesidades y públicos. Por ejemplo, el autoconsumo colectivo en comunidades de vecinos puede implementarse en forma básica para abastecer de energía a los ascensores y las luces de las áreas comunes. También es posible optar por una modalidad integral, donde todos los vecinos se benefician de la energía generada para sus propios hogares.
Para llevar a cabo el uso colectivo de la electricidad, es necesario que las medidas del autoconsumo compartido sean consensuadas por los miembros de la comunidad. En el caso de la modalidad flexible, basta con que un tercio de los vecinos esté de acuerdo con la instalación. Esta misma lógica se aplica a conjuntos de empresas situadas en polígonos industriales o edificios de oficinas, así como a negocios en centros comerciales.
Desde pequeñas y medianas empresas (PYMES) hasta grandes corporaciones pueden implementar el autoconsumo compartido, creando comunidades energéticas locales que optimizan el uso de recursos. Líneas arriba, indicamos que un área particularmente interesante para el autoconsumo compartido en Castilla-La Mancha es la de las explotaciones agrarias. Esto gracias a sus vastas extensiones de tierra y áreas agrícolas.
Requisitos para la implementación
En concreto, para comenzar la instalación de un centro de generación fotovoltaica destinado a una comunidad o grupo de empresas, es esencial seleccionar un edificio o emplazamiento con la capacidad técnica adecuada. Esto implica determinar cuántos paneles fotovoltaicos son necesarios para abastecer de energía al grupo de viviendas o compañías.
Por cierto, todos los participantes deben estar registrados bajo el mismo esquema de autoconsumo compartido y ubicados en la misma referencia catastral. Además, es necesario elaborar un acuerdo de reparto de energía, en el que se establezcan claramente los términos de distribución de la energía generada entre los participantes.
Asimismo, es indispensable considerar la distancia entre el centro de generación y las viviendas o empresas usuarias. Esta distancia no debe exceder los 2.000 metros, asegurando así que todos los edificios o casas se encuentren dentro de un perímetro de distribución adecuado respecto al centro generador de energía.
Ventajas económicas y operativas
Ciertamente, una de las principales ventajas del autoconsumo compartido es la distribución de la inversión inicial en la instalación de los paneles solares fotovoltaicos entre todos los participantes. Esto significa que ni los vecinos ni las empresas necesitan disponer de un presupuesto elevado de manera individual para poder beneficiarse de esta tecnología.
Desde luego, la instalación de sistemas de autoconsumo compartido en Castilla-La Mancha resulta en una reducción significativa de la factura de la luz. Simplemente, porque los usuarios generan su propia energía y disminuyen su dependencia de la red convencional. Por si fuera poco, verter cualquier excedente de energía genera compensaciones económicas mensuales.
Para las empresas, la reducción en el monto total de la factura eléctrica se traduce en una disminución de los costes operativos, proporcionando una ventaja competitiva en el mercado. Esta disminución de costes permite a las empresas ofrecer productos y servicios a precios más competitivos.
Más aún, el autoconsumo compartido también contribuye a mejorar la eficiencia energética a nivel nacional. La proximidad entre las instalaciones de generación y los puntos de consumo reduce las pérdidas de energía que se producen durante el transporte a través de la red eléctrica convencional. Estas pérdidas pueden llegar a ser de hasta un 14%, lo que subraya la eficiencia de los sistemas de generación distribuida.
Como señalamos anteriormente, las condiciones climáticas de Castilla-La Mancha, con abundante luz solar, facilitan un alto rendimiento y eficiencia en las instalaciones fotovoltaicas. Esto posiciona a la región como líder en la adopción de energías limpias, tanto en instalaciones colectivas como privadas.
Instalaciones de generación colectiva y autoconsumo compartido en Castilla-La Mancha
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