En el artículo anterior comentábamos que lo primero que hay que hacer es calcular la línea base de referencia del coste y consumo actual. Esto sirve para tener unos datos frente a los que comparar. Pues bien en este artículo, vamos a continuar explicando como se calcula el ahorro. Como se actualizan los valores y cómo se calculan las desviaciones entre lo proyectado y lo real.
¿Cómo se calculan los ahorros energéticos?
El ahorro se calcula como la diferencia entre la linea base de referencia y la situación propuesta en el proyecto. Del mismo modo que antes, se evalúan ambos parámetros: consumo y precio.
Para calcular el nuevo consumo, primeramente, se debe calcular el ahorro que generan las medidas actuación de eficiencia energética (cuyo acrónimo es MAE). Estan incluidas en el proyecto energético (aplicando la metodología correspondiente). Posteriormente, restar esta cantidad de energía a la línea base de referencia. Así se obtiene una nueva línea base del consumo previsto en el contrato.
Para calcular el nuevo precio, se suele fijar en el proyecto el dato de un periodo de tiempo inicial. Suele ser el primer año y se actualiza periódicamente (también anualmente) de acuerdo con los índices de referencia del sector. Estos índices suelen ser los precios de los mercados energéticos mayoristas del país (electricidad, gas, biomasa, etc.) y la normativa aplicable en el tema de impuestos.
¿Cómo se actualizan los valores energéticos?
Un aspecto que hay que tener en cuenta es que el consumo energético puede cambiar frente al previsto. Se tiene que ir actualizando según vaya transcurriendo el proyecto. Esto es así porque para poder comparar una situación real con una proyección en un proyecto en el que se han utilizado unos determinados parámetros que pueden haber variado.
Para hacerlo, lo que se deben actualizar son los parámetros definidos. Tanto para calcular la línea base de referencia como la del proyecto. Estos parámetros son muy variados: temperatura exterior o interior, niveles de producción u ocupación, horarios de uso, etc.
Pongamos un ejemplo
Supongamos que tenemos una fábrica que aumenta de 1 turno a 2 su producción. Esto implica que el consumo real va a ser distinto del previsto y se deben de calcular los ahorros. Para ello, debemos recalcular la línea base de referencia del proyecto y comparar esta última con los datos del consumo real.
Por decirlo de una forma más coloquial, es como si se calculara la nueva situación inicial (no realizar ninguna actuación), la situación nueva (realizando las actuaciones de eficiencia energética) y el consumo real aplicando ese aumento de producción en los consumos que están afectados (maquinas, iluminación, climatización, etc.).
Volviendo al ejemplo del vehículo del anterior artículo, es como si aumentáramos en 50.000 km los kilómetros recorridos este año. Debemos calcular cual seria el coste de no haber hecho nada y el coste aplicando las medidas eficiencia energética para obtener el ahorro que se obtendría.
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