La protección catódica es conocida por ser la más eficiente en la protección de superficies metálicas que se encuentran en permanente contacto con el agua. Este contacto con el agua lo que genera en estos materiales es la corrosión de metales.
La corrosión es un proceso electroquímico que ocurre a escala microscópica. Poco a poco, millones de electrones presentes en los átomos de las piezas de metal, comienzan a viajar de una parte del metal a otra. Esto sucede debido a la diferencia de cargas del material en cuestión. Como si de un imán se tratara, los electrones se sienten atraídos por las cargas positivas del polo opuesto. La zona que pierde electrones se denomina ánodo, mientras que la que recibe, se conoce como cátodo.
Este problema se ha intentado solucionar de muchas maneras a lo largo del tiempo, pero la mejor solución ha sido la protección catódica, ya que al ser la corrosión un fenómeno electroquímico, se necesita un método que actúe de esta misma forma para combatirla. Esto es lo que logra la protección catódica por corrientes impresas.
Medidas para evitar la corrosión, Protección catódica y sus elementos
El sistema de protección catódica consta de varios elementos. En primer lugar, cuenta con ánodos que se colocan en sitios específicos del casco. Su función consiste en liberar la carga eléctrica necesaria para compensar la pérdida de electrones que se produce en ciertas regiones del metal. Otros componentes, denominados células de referencia, miden el potencial eléctrico de las distintas zonas del casco a fin definir en qué momento se requiere aplicar una corriente eléctrica por medio de los ánodos y, al mismo tiempo, determinar la intensidad de la descarga. La protección anticorrosión por corrientes impresas no sería posible si no fuera por el panel de control, esta computadora recibe información sobre la diferencia de cargas de las células de referencia y actúa en consecuencia, regulando la potencia de salida de los ánodos.
Esta tecnología de protección para los metales se suele usar en aquellos que están en constante contacto con el agua, como pueden ser las tuberías o los barcos. Pero también es aplicable a instalaciones de termo solar, e incluso a las de fotovoltaica en localizaciones muy húmedas, especialmente, en instalaciones fotovoltaicas para empresas y para autoconsumo compartido. Siempre que este sistema funcione de forma adecuada, la protección de los materiales contra la corrosión está prácticamente asegurada durante toda su vida útil. Sin duda, el sistema de protección catódica es uno de los más efectivos hoy en día.
En E4e soluciones somos especialistas en ahorro energético. Sea el proyecto que sea, y del tamaño que sea, aseguramos por contrato el ahorro en la factura de la luz.
0 comentarios