Actualmente nos podemos encontrar con hasta tres tipos de recarga del vehículo eléctrico. Desde el más lento, normalmente el que nos encontramos en un garaje privado con recarga durante toda la noche, hasta el más rápido. Este es capaz de recargar hasta un 80% de la batería en tan solo unos minutos. También se esta desarrollando la carga extra-rápida. Consiste en el cambio de la batería, pero aun se encuentra en fase de pruebas.
Los tipos de carga son los siguientes:
Recarga lenta o estándar (en casa o en la oficina), (16A)
Es la recarga más común debido a su sencillez. En nuestro hogar normalmente tenemos corriente alterna monofásica a 230 V. Dependiendo de la potencia que demande el coche, o la potencia máxima para la que esté configurado el wallbox o cargador de casa (tipo Schuko, de máximo 10A), tendremos una intensidad u otra. En la mayoría de los puntos de recarga que tengamos instalados en nuestro garaje, la potencia será de 3,7kW (16ª). Este tipo de recarga la soportan todos los vehículos eléctricos del mercado.
Con esta carga producimos una capacidad de carga de unos 3.7 kW. Se traduce en una media de unas 6 a 8 horas de tiempo de carga. Lógicamente la capacidad de la batería hará variar el tiempo de carga. Esas horas son para el estándar del mercado de una capacidad de unos 22-24 kWh.
Lo ideal es realizar este tipo de recarga durante el período nocturno. Es cuando menos demanda energética existe y nos encontramos precios más reducidos.
Recarga semi-rápida (normalmente en parking público), o de oportunidad, (32A)
Este tipo de recarga no está muy extendida de momento. Se produce a través de una corriente monofásica de 230V, 32A. Permite un tiempo de carga de entre 3-4 horas. Esto es lo mismo a una potencia aproximada de unos 7,4 kW. También tendremos otra opción con corriente alterna trifásica de 400V, con 63A y de 22 a 43 kW. Consigue recargar una batería en 30 minutos. Esta solución es óptima para empresas, centros comerciales, parkings, en vía pública….
En el caso de tener contratada una potencia de 7,4kW o superior en nuestra vivienda, esta sería también la opción más recomendable.
Recarga rápida (electrolineras hasta 50 kW)
Este tipo de recarga requiere de una instalación eléctrica compleja, la recarga rápida se da normalmente en las conocidas como electrolineras, y tarda algo más de una 1 hora en cargar el coche por completo, hablamos de potencias de hasta 50 kW, aunque hay casos como los supercharger de Tesla que pueden alcanzar los 100 kW. Pero como decía por norma general la recarga rápida es de 50kW, y tardas unos 25 minutos en recargar un 80% de la batería, a partir de ese 80% la recarga se ralentiza, y puedes tardar otros 20 minutos en recargar el 20% restante.
La carga rápida emplea una mayor intensidad eléctrica y, además, entrega la energía en corriente continua, obteniéndose una potencia de salida del orden de 50kW.
Este tipo de carga, desde el punto de vista del cliente, es la que más se asemeja a sus hábitos actuales de repostaje con un vehículo de combustión.
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